Demolición Estructural

Servicio de Demolición Estructural segura y versátil

Demolición Estructural

Demolición Estructural

El crecimiento experimentado por el sector de la construcción durante los últimos años, en actividades tales como la edificación o la construcción de infraestructuras de obra civil, ha aflorado un mayor volumen de edificios e instalaciones objeto de derribo. La escasez de suelo en los núcleos urbanos, junto con la obsolescencia de estructuras industriales y residenciales como consecuencia de cambios económicos y sociales, demandan cada vez más una demolición, previo paso a la construcción de un nuevo edificio o infraestructura.

Se define así el concepto de demolición como el proceso mediante el cual se procede a tirar abajo o destruir de manera planificada un edificio o construcción en pie. La demolición es exactamente lo opuesto a la construcción, el proceso mediante el cual se edifica. Se distingue también de otras acciones como el derrumbe, ya que es un proceso programado y planificado de acuerdo a las necesidades y cuidados específicos de cada caso.

Elementos de seguridad y salubridad entre otros adquieren un papel muy importante durante este proceso, el cual puede realizarse con diferentes objetivos: construir nuevas edificaciones, liberar el espacio para realizar zonas verdes, eliminar construcciones antiguas y peligrosas, etc. Todas ellas son parte de lo que se conoce como urbanismo o planificación urbana.

Antes de proceder a una demolición se realiza un estudio previo y exhaustivo sobre los planos de la construcción a demoler (plantas, alzados, secciones, detalle, etc.) para su perfecta definición geométrica y estructural, los servicios existentes (gas, agua, electricidad, etc,), la posible existencia de depósitos subterráneos o aéreos que pudieran contener gases tóxicos, productos inflamables, radiactivos, etc., la naturaleza de los materiales a demoler y la posible existencia roedores e insectos. Antes de realizar la demolición se realiza una comprobación del estado de las edificaciones medianeras, su conservación y servidumbres.

Se distinguen diferentes métodos de demolición según las herramientas empleadas en el proceso

Demolición manual o tradicional

La demolición manual es el conjunto de operaciones organizadas para demoler de forma parcial o total una construcción (edificación o estructura), con empleo mayoritario de medios manuales. Este tipo de demolición se efectúa cuando las circunstancias del objeto a demoler lo aconsejen o, sobre todo, si se requiere un nivel especial de precisión (por ejemplo, si se necesitan conservar elementos constructivos cercanos o anexos). La demolición manual es segura, versátil, y tiene otras ventajas como una fácil accesibilidad y ligereza de los equipos. Además, la afección que genera a las personas y lugares colindantes a la ejecución suele ser muy baja. Sin embargo, se trata de una actividad que requiere un alto coste de personal, con una productividad muy limitada.

Demolición mecánica

La demolición mecánica es el conjunto de operaciones organizadas para demoler de forma parcial o total una construcción (edificación o estructura), con empleo mayoritario de equipos mecánicos con implementos específicos para demolición (martillos, demoledores primarios, demoledores secundarios, multiprocesadores, etc.), por técnicas de empuje, tracción, impacto o fragmentación. Ejecutada adecuadamente, es una actividad segura, con la que se consigue una mayor rapidez y productividad, comparada con la demolición manual. Además el empleo de las máquinas para este tipo de demolición se realizar por personal altamente calificado, respetando las normas de seguridad e higiene correspondientes.

La demolición mecánica requiere, en muchas ocasiones, de labores previas de preparación, de espacios amplios de trabajo (según el equipo empleado) y de labores posteriores de acondicionamiento de los residuos generados.

Se diferencian varios métodos de demolición mecánica según las herramientas requeridas en el proceso:

  • Demolición con martillo hidráulico. Se utiliza en derribos de pequeña, mediana o gran envergadura, dependiendo del peso del martillo y de la máquina en la que está montado (equipos de maquinaria pesada o sobre minimáquinas). La potencia de percusión y de empuje de estos martillos favorece un rendimiento considerable. Sin embargo, la base sobre la que se apoya la máquina debe soportar la carga, y el alcance del brazo tiene que ser suficiente.
  • Demolición con mordaza hidráulica. Este tipo de demolición se usa en derribos de gran envergadura. Para un correcto uso de las cizallas o mordazas, las cuales poseen una gran fuerza de tracción y ruptura, se requiere que las máquinas sobre las que vayan montadas tengan una gran estabilidad. Este método ofrece un rendimiento considerablemente bueno, pero al igual que el método anterior se ha de tener en cuenta que la base sobre la que se apoya la máquina soporte la carga y que el alcance del brazo sea suficiente como para elevarse por sobre la construcción.
  • Demolición con ariete de golpeo. Este tipo de demolición es el método más antiguo entre los que utilizan maquinaria pesada y se utiliza únicamente para derribo de gran envergadura. La masa del ariete puede variar entre 500 kg y 5.000 kg, por lo que es muy importante que la capacidad y el tamaño de la máquina estén adaptadas a esta masa. Para ello, se suelen emplear excavadoras hidráulicas, pudiendo alcanzarse hasta 30 m de altura. La gran ventaja de este sistema es la rapidez de la demolición. Sin embargo se trata de un método de derribo no controlado el cual produce fragmentos muy grandes que requieren un seccionamiento mecánico posterior.
  • Demolición mediante empuje o tracción. Este tipo de demolición puede ser usado en cualquier tipo de obra. Este método se aplica en obras de albañilería y en el derribo de estructuras de hormigón de poco espesor y débilmente armadas.Por otro lado, el espacio necesario es muy grande con lo que exige una gran distancia de seguridad, además del hecho de que pueden producirse derrumbamientos incontrolados. Dentro de este método se distinguen a su vez dos tipologías:
    • Derribo mediante empuje. Se efectúa empujando lateralmente, en sentido horizontal, con el cucharón de una excavadora. La construcción debe derribarse manualmente hasta la altura apropiada de alcance de la máquina. Además es imprescindible que la excavadora tenga una gran estabilidad. Se trata de un método rápido que no requiere la adquisición de accesorios específicos de demolición.
    • Derribo por tracción. Se realiza cuando la máquina a utilizar está equipada con un brazo largo telescópico, provisto de una herramienta de demolición con dientes que pueden alcanzar hasta unos 25 m.
  • Demolición mediante fracturación. Este tipo de demolición puede ser usado en cualquier tipo de obra. Se trata de un producto demoledor no explosivo que, al mezclarlo con un porcentaje adecuado de agua, aumenta su volumen y fractura todo tipo de rocas y hormigones, sea cual sea su dureza. Esto se debe a la enorme presión que ejerce el cemento demoledor, que alcanza las 9.000 toneladas por metro cuadrado. Este método no produce sacudidas, el nivel de ruidos es muy pequeño, no levanta polvo y no se proyectan fragmentos, por lo que produce una carga ambiental muy baja.
  • Demolición por corte y perforación. Este método se reserva para tareas especiales, en particular en situaciones en las que otros sistemas actuarían en forma destructiva. Consiste en un aserrado cuyo objeto es producir unos cortes lisos de dimensiones previstas. Por ello, este método se utiliza para sacar partes enteras, o bien para complementar otros sistemas de demolición ya que además requiere menos trabajo de preparación que el picado con herramientas percutoras.

Demolición con explosivos

La demolición con explosivos consiste en la detonación controlada de cargas explosivas, colocadas estratégicamente en una construcción (edificación o estructura), orientada a abatir dicha construcción en una dirección previamente fijada. Este método de demolición está especialmente recomendado para construcciones en altura, tanto de materiales pétreos como metálicos, y sus únicas limitaciones serán las del propio entorno (espacio, polvo, nivel de ruido,…).

Dependiendo del tipo de construcción, se usarán diferentes explosivos y la demolición puede realizarse de diferentes modos (vuelco hacia un lateral, caída sobre sí misma,…). En el caso de construcciones con materiales pétreos (ej. chimeneas, edificios,…) el impacto contra el suelo puede generar ya una fragmentación parcial, reduciendo los trabajos posteriores de procesamiento de los residuos. En construcciones metálicas, la demolición con explosivos para el abatimiento de la construcción (ej. depósitos, puentes grúa,…) suele ser la solución más eficaz, permitiendo reducir de forma importante los tiempos de trabajo y de afectación al entorno.

Al igual que sucede con otros métodos, en la demolición con explosivos se dan también unas fases previas de preparación y otras posteriores de tratamiento y condicionamiento de los residuos, mediante métodos manuales y mecánicos.

Desmantelamiento y desguace industriales

Es un procedimiento fundamental en la demolición de construcciones el cual se define como el conjunto de acciones necesarias para la puesta fuera de servicio de una instalación industrial o una estructura, de una forma segura, selectiva y eficiente económicamente, incluyendo la descontaminación (si no se hubiera realizado antes) y la retirada de todos los residuos generados. El desmantelamiento de una construcción (edificación o estructura) requiere una planificación previa, el conocimiento de las instalaciones o estructura, un inventario de materiales o sustancias a retirar y unos criterios de descontaminación.

La demolición de algunos o todos los elementos constructivos sería una fase más dentro del desmantelamiento, así como las labores de desguace industrial, las cuales consisten en desmontar y trocear los elementos metálicos (estructura, maquinaria, etc.) empleando para ellos diversos métodos de corte manual, mediante oxicorte u otras técnicas, y mecánico, mediante cizallas de corte sobre maquinaria portadora.

La labor de desmantelamiento incluye siempre una parte importante de trabajos manuales de desmontaje, separación y gestión de materiales. Además, en el caso de existir residuos peligrosos (ej. amianto, PCB, etc.) debe realizarse una labor de descontaminación, mediante la actuación de especialistas que los retiren y descontaminen el espacio de trabajo para poder realizar cualquier otra labor.


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